EDUCACIÓN
Debate: ¿Por qué los maestros decidieron terminar el paro justo en vacaciones?
Aunque Fecode anunció que retoma actividades, llama la atención que lo haga justo en el inicio de las vacaciones. Expertos les piden a los docentes que mantengan esa posición cuando vuelvan las clases.
“Esto es de largo aliento; esto es para llegar con miras a 2022 y seguir mucho más allá, para derrotar al Centro Democrático, para derrotar a la ultraderecha y llegar al poder en 2022”, fueron las palabras que pronunció el pasado 9 de junio Nelson Alarcón, directivo de Fecode, sobre por qué los docentes continuaban con el cese de actividades.
La afirmación no cayó bien entre expertos y autoridades que hace meses claman, porque se reabran los colegios; tampoco entre padres de familia e, incluso, otros profesores. “Últimamente, solo ponen trabas para volver a las aulas, y no tienen en cuenta que hay niños y familias que quieren volver porque no tienen internet”, dice Nayla Urrego, profesora de un colegio en Madrid, Cundinamarca.
Con las declaraciones de Alarcón quedó claro que la prioridad del gremio docente no ha sido que los estudiantes regresen a las aulas, sino sus intereses políticos. Y que Fecode exigía mayores garantías para evitar el contagio en los colegios; pero, al mismo tiempo, realizaba masivas aglomeraciones en manifestaciones y conciertos en el marco del paro.
“A mí no me molesta que Fecode haga política, siempre lo ha hecho; lo que molesta es que la haga a costa de los niños y su derecho a recibir educación”, asegura la exviceministra de Educación Básica Isabel Segovia, una de las promotoras de la campaña #LaEducaciónPresencialEsVital.
A muchos expertos les preocupa que la mayoría de alumnos permanezca con educación a distancia, dado que ya se documentaron los impactos que esta puede tener en el aprendizaje. Un informe del Banco Mundial asegura que el cierre por más de un año puede provocar que ocho de cada diez estudiantes no estén en capacidad de entender un texto de extensión moderada, y que los alumnos pierdan entre el 50 y el 75 por ciento del conocimiento adquirido el año anterior.
En Colombia, solo el 16 por ciento de los 9,7 millones de estudiantes de colegios públicos y privados ha regresado a clases presenciales. Esto prende las alarmas sobre la calidad educativa, más cuando estamos a un año de presentar de nuevo las pruebas Pisa, en las que Colombia ocupó el último lugar entre los países de la Ocde en la edición 2018.
Para acelerar el retorno a las aulas, el Ministerio de Educación ya entregó más de 358.000 vacunas a los profesores, administrativos y directivos de los colegios del país, lo que reduce el riesgo de contagio y enfermedad grave por covid-19. La meta es que todos estén vacunados antes del 15 de julio, fecha en la que casi todos de alumnos volverán de vacaciones de mitad de año.
Fecode ya dijo que retomará labores, aunque no faltó quién los cuestionara porque vuelven justo cuando los estudiantes están en receso.
“Muy bien que los maestros anuncien el retorno, pero hay que contarles a los colombianos que ya parte de los niños salieron a sus vacaciones (...) La invitación es a estar listos después de las semanas de receso”, dijo la ministra de Educación, María Victoria Angulo. Justo este viernes divulgó la Directiva 5 de 2021, según la cual “desde julio iniciará la presencialidad plena, y solo en casos excepcionales se establecerá la posibilidad de prestar el servicio educativo en la modalidad de alternancia”.
Si bien el Gobierno debe seguir avanzando para dotar a los colegios de las condiciones necesarias para reabrir (apenas han ejecutado 43 por ciento de los 400.000 millones de pesos destinados a mejorar la infraestructura de las instituciones), es momento de dejar de lado intereses políticos y priorizar el derecho a una educación de calidad de niños y adolescentes.